martes, 3 de marzo de 2009

Mi boda

En Sevilla, mi madre y yo recibimos un fajo de billetes del capitán Alonso Hernández de Ayala, a condición de que me casara con doña Catalina de Espinosa (no me agrada esta mujer), si no le devuelvo el dinero en el tiempo establecido; aunque intento retrasar el compromiso porque me da flojera, he tenido que casarme con ella, con el riesgo de que me metan en la cárcel; el matrimonio como suponía por fin ha terminado ( menos mal) años después en separación. Fui el recaudador del subsidio de Sevilla y su arzobispado; en Madrid, me nombraron contador de resultas en la Contaduría Mayor de Cuentas. Desde 1573 vivo en Sevilla donde tengo muchísimos negocios; en uno vendo una esclava morica, en otro, compro una capilla para la cofradía de los Nazarenos.

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